Es un proceso de encuentro de dos energías, la universal (Rei) con nuestra energía física (Ki), y ocurre después de que la persona es sometida a un proceso de sintonización o iniciación en el método, hecho por un maestro capacitado. La energía Reiki puede ser aplicada con eficacia, tanto localmente como a distancia; es una energía inofensiva sin efectos secundarios, sin contraindicaciones, compatible con cualquier tipo de terapia o tratamiento.
Esta práctica segura y eficiente equilibra los siete chakras o centros de fuerza sutil de energía localizados entre la base de la columna y la base superior de la cabeza. Cuando hacemos uso de la energía Reiki estamos aplicando energía-luz, tratando de recuperar y mantener la salud física, la mental, la emocional, y la espiritual. Es un método natural de equilibrar, restaurar, perfeccionar y curar los cuerpos, creándole un estado de armonía al ser.
El Reiki energiza y no desgasta al practicante, pues la técnica no utiliza el Ki (energía personal) del practicante sino la energía vital del universo.